El aceite de oliva virgen extra, gracias a los ácidos grasos monoinsaturados y al ácido oleico que contiene, puede considerarse la grasa ejemplar: el ácido oleico ejerce su efecto protector al aumentar el colesterol bueno o HDL y, a la vez, disminuir el colesterol malo o LDL, reduciendo los riesgos de trombosis e infarto de miocardio.
Los aceites de la DENOMINACION DE ORIGEN “ ACEITE DE LUCENA” son aceites de oliva virgen extra, siendo su variedad principal la hojiblaca, son ricos en ricos en vitaminas A,D,E,y K, asi como un alto contenido en grasas monoinsaturadas y antioxidantes naturales y una valoración organoléptica que asegura un excelente calidad del aceite.
A pesar de tener pocos ácidos grasos poliinsaturados y omega 3, tiene la suficiente cantidad para cubrir las necesidades diarias mínimas. Además, es más resistente al calor y por tanto a la oxidación de sus ácidos grasos que otros tipos de aceites vegetales, soportando temperaturas más altas, siempre superiores a la soportada por los aceites de semillas.
Esto implica que podemos freír los alimentos con aceite de oliva virgen extra sin temer que sus ácidos grasos se saturen y sean perjudiciales para nuestra salud, como ocurre con otras grasas. Por estas trascendentales propiedades, el aceite de oliva virgen extra es la mejor grasa culinaria.
El aceite de oliva virgen extra tiene además un alto contenido en Vitamina E, carotenoides, tocoferoles, fitosteroles, fenoles y flavonoides, que ejercen un importante y potente efecto antioxidante. Estas vitaminas y oligoelementos son los mejores precursores para un óptimo funcionamiento celular, al ofrecer protección a todos los órganos y sistemas.
Este producto es el resultado de un cuidadoso proceso de cultivo, selección y elaboración de la aceituna procedente de los olivos sanos que tiene como objetivo la obtención de un autentico zumo de fruta natural. Su consumo tiene efectos positivos importantes sobre el sistema circulatorio y digestivo.
Nutrición
Su altísimo valor nutricional hace recomendable y necesario el consumo de aceite de oliva virgen en todas las etapas de la vida: desde la más tierna infancia a la tercera edad. Un importantísimo paso adelante para el aceite de oliva virgen se dio el día 1 de noviembre de 2004 cuando la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense reconoció, aunque con reticencia, sus cualidades preventivas frente a la enfermedad cardiovascular al afirmar: “Evidencias limitadas y no concluyentes sugieren que el consumo de dos cucharadas de aceite de oliva al día, gracias a sus grasas onoinsaturadas, puede reducir el riesgo de enfermedad coronaria.
Para conseguir este posible beneficio, el aceite de oliva debe sustituir a las otras grasas saturadas, así como no aumentar la ingesta calórica”, de este modo se invita a los consumidores a mantener dietas saludables para prevenir la enfermedad cardiovascular y se considera la dieta y el consumo como “prioridad en la promoción de la salud” y al aceite de oliva como alimento recomendable y eficaz en la prevención de la enfermedad cardiovascular.